
Más de 90 años de tradición y sabor

Quiénes Somos
La Historia de Casa Pasteles
En Casa Pasteles no solo elaboramos dulces, creamos recuerdos. Nuestra historia comienza en 1928 en el corazón del Albayzín de Granada, cuando Ángel Vilchez Teret y Ángeles Fernández López convirtieron su pasión por la pastelería en un legado familiar que hoy sigue endulzando miles de momentos especiales.
Lo que comenzó con la venta de merengues caseros, pronto se transformó en una pastelería que ha sabido evolucionar sin perder su esencia artesanal.
Artesanía, calidad y el auténtico sabor tradicional.



Obrando desde 1928
Nuestros orígenes: Un negocio nacido en casa
Los hechos nos llegan a través de personas mayores que solo los sitúan en el tiempo aproximadamente. No pretendemos que las fechas sean exactas, pero sí compartir la historia de un negocio familiar que ha marcado a generaciones.
Todo comenzó cuando Ángel Vilchez Teret, pastelero de profesión, y su esposa Ángeles Fernández López, decidieron hacer dulces en casa. Fue Ángeles quien impulsó la idea, aprendiendo a hacer merengues con la ayuda de su marido y vendiéndolos con la colaboración de los niños del barrio.
El negocio fue creciendo hasta que, en su casa de la calle Panaderos, habilitaron un pequeño espacio para su pastelería: «La Estrella». Con el tiempo, el nombre cambió a Casa Pasteles, debido al apodo cariñoso con el que se conocía a Ángel en el barrio: «El Pasteles».
Así nació la Casa Pasteles que hoy conocemos, con casi un siglo de historia.
Evolución y crecimiento: De pasteles a helados y más
La familia no solo mantuvo el negocio, sino que lo amplió con el paso de los años:

Trasladaron la pastelería a Plaza Larga, consolidando su nombre.

En 1945 incorporaron el café y comenzaron a fabricar helados.

Carmela, su hija, inventó la famosa "Leche Merengada" de Casa Pasteles.

Antonio, el hijo menor, modernizó el obrador e incorporó los dulces navideños.

En 1995, se reformularon los mantecados para hacerlos más jugosos y adaptados a los paladares modernos.

En 2003, Casa Pasteles lanzó su web, permitiendo a los clientes hacer pedidos online.
Desde los merengues hasta los productos navideños, cada generación ha dejado su huella en Casa Pasteles.
Obrando desde 1928
Nuestra Historia…
Los hechos nos llegan a través de personas mayores que ya sólo los sitúan en el tiempo aproximadamente. Por eso no pretendemos que las fechas sean rigurosas, sólo establecer una iteración de hechos aproximada.
Ángel Vilchez Teret y Ángeles Fernández López eran un matrimonio residente en el Albayzín de donde procedían. Él era pastelero y trabajaba por cuenta ajena, ella era ama de casa.
Pero Ángeles era una mujer emprendedora y convenció a su marido para fabricar dulces en su casa. Así, él le enseño a fabricar merengue, que luego él terminaba, y lo vendían con la ayuda de los niños del barrio.
Poco a poco el negocio fue funcionando y ampliando el tipo de dulces. Finalmente, en su casa de la calle Panaderos, habilitaron un espacio para una pastelería que llamaron ‘La Estrella’. A poco de esto, en el barrio, a Ángel se le empezó a conocer como ‘El Pasteles’. Esto fue alrededor de 1928, fecha que consideramos de fundación de la Casa.
Posteriormente, trasladaron la pastelería a Plaza Larga esquina con Cuesta de la Alhacaba, manteniendo aún el nombre de ‘La Estrella’. Pero el uso generalizado del mote ‘el pasteles’, hizo que al final se cambiara por Casa Pasteles, nombre con el que hoy aún sigue conociéndose comercialmente esta firma.
A partir de ese momento, además de cuidar de su casa y de sus hijos [Trinidad (conocida como Angelitas) -1930-, Carmela -1933- y Antonio -1937-], Ángeles se dedicó a mejorar y ampliar el negocio, introduciendo posteriormente el café, y años más tarde (1945) la fabricación de helados.
En esas fechas se incorporó al negocio Carmela, que inventó la famosa ‘Leche Merengada’ de Casa Pasteles.
Mientras tanto, Ángel, ya independizado, instaló el obrador en los bajos de la Calle Horno del Moral 6, donde hoy aún continúa.
Antonio, el hijo de ambos, empezó a formarse como pastelero en la competencia, pero en 1953, por las tardes, empezó a colaborar en el obrador familiar iniciando la fabricación de productos navideños, los tradicionales mantecados, polvorones, manchegos, alfajores y roscos de anís.
Alrededor de 1956, tras volver del servicio militar, Antonio se hizo cargo del obrador de forma definitiva, y así ha seguido hasta su jubilación, e incluso después, ya que su hobby es hacer lo que más le gusta: su profesión de toda la vida.
Productos de pastelería se siguen haciendo los más tradicionales: merengues, barquillos, milhojas, …, aunque poco a poco se han ido introduciendo otros: tiramisú, tarta de queso, …, alcanzando una variedad de las más amplias de nuestro sector. Y no hay que olvidar algunos productos de temporada que también se nos tienen en gran estima como el Roscón de Reyes, la Cuajada de Carnaval y los Fritos de Semana Santa.
En cuanto a los productos navideños, junto con los tradicionales ya mencionados, en 1960, se incorporó también la bola de coco que hasta entonces era un producto de confitería, y a partir de entonces, se han ido incorporando nuevos productos hasta completar los treinta que actualmente se fabrican. A esos habría que añadir también los aceitones y las trufas de chocolate, que solo se hacen por encargo y muy limitadamente debido a falta de tiempo para su elaboración.
Siguiendo con los productos navideños, los hitos más significativos son:
Desde 1960 hasta 1995 se van añadiendo los productos que hoy ya se consideran también como tradicionales en los dulces navideños: pastelillos de gloria y de yema, turroncitos, higos de Santa Isabel, …
En los últimos años de ese período se comienza a reformar los mantecados (mantecado, polvorón, mantecado de chocolate), para hacerlos más actuales, más acordes a los paladares modernos. Se busca un producto menos harinoso, más jugoso, que no se pegue al paladar, a la vez que se conserva su esencia y los elementos que han dado fama al mantecado de Casa Pasteles: abundante almendra en trozos, no triturada ni mucho menos sustituida por esencia. Consideramos que en 1995 se culminó el proceso creándose el mantecado que hoy seguimos haciendo. Desde entonces, el único cambio que se ha producido ha sido en su forma, ya que por diversos motivos decidimos hacerlos cuadrados en lugar de redondos.
Todo este proceso de reforma que, sin alterar el sabor y la textura esencial del producto, lo ha actualizado a un nuevo nivel de calidad y sabor, adecuados a las exigencias actuales, es lo que nos permite decir que hemos reinventado el mantecado.
Seguidamente se retomó el espíritu creativo que caracteriza a Casa Pasteles, plasmándose en algunas de nuestras más demandadas especialidades navideñas:
*1997 Caprichos Albayzineros
*1998 Supremas de Nuez
*2002 Angelillos
*2003 Alegrías
*2005 Monaguillos
*2006 Ambrosías
*2009 Bocaditos
A partir de 2007 volvimos a elaborar Mantecados de Aceite, con una gran aceptación.
Otro hito importante se produjo en 2004 cuando decidimos cambiar el tipo de envasado pasando a la bolsa termosellada individual que, gracias a que es casi hermética, permite una mucho mejor conservación del producto. No obstante, seguirán liándose a moñas algunos de los productos cuya presentación tradicional es esa y que no necesitan mejor conservación.
Por otra parte, y para facilitar las compras navideñas a nuestros clientes, hemos introducido el servicio a domicilio, hemos instalado una nueva tienda de dulces navideños en Bola de Oro, y desde 2003 –acorde a los nuevos tiempos- hemos creado la página www.casapasteles.com en la que se ofrece toda la información de nuestros productos y, en temporada, permite confeccionar el pedido para su envío por correo electrónico.
Aunque Antonio y Carmela ya se han jubilado, Casa Pasteles tiene garantizada su continuidad gracias a la enseñanza que los hijos de estos han recibido y aún siguen recibiendo de ellos, lo que nos permite mantener el principio básico de nuestra firma: máxima calidad sin importar costes, para que nuestros clientes alcancen la máxima satisfacción posible. Principio que se demuestra en el día a día y que nos permite estar presentes en la mayoría de celebraciones en los más prestigiosos establecimientos de restauración (bodas, comuniones, bautizos, …), así como en las más íntimas, en casa (postres, meriendas, cumpleaños, navidades …).
Y todo ello, además, con la máxima seguridad e higiene en la fabricación. No solo por el esmerado trabajo de todos los profesionales que participan en la fabricación, sino que desde 2003, contamos también con un control bacteriológico periódico, llevado a cabo por un laboratorio independiente, que nos permite asegurar que nuestros productos salen de nuestras instalaciones en condiciones inmejorables. Igualmente, la mercancía que lo requiere viaja en nuestros furgones isotermos a una temperatura constante y adecuada que garantiza la puesta en destino en idénticas condiciones.
Nuestros productos: Tradición que evoluciona
A lo largo de los años, Casa Pasteles ha ampliado su gama de productos sin perder su esencia artesanal.
Pasteles y tartas
Elaborados con recetas clásicas y personalizadas.
Hojaldres y merengues
Crujientes y rellenos con el mejor sabor.
Dulces navideños
Mantecados, polvorones y especialidades únicas.
Helados caseros
Una tradición que mantenemos desde 1945.
Prueba nuestros dulces y descubre por qué Casa Pasteles es un referente en pastelería artesanal.

Dulces navideños: Innovación sin perder la esencia
A partir de 1953, Antonio comenzó a fabricar productos navideños: mantecados, polvorones, manchegos, alfajores y roscos de anís.
Desde 1960 hasta 1995, se incorporaron nuevos dulces que hoy consideramos tradicionales:
Pastelillos de gloria y de yema
Turroncitos y higos de Santa Isabel
Polvorones y mantecados reformulados para ser más jugosos y menos harinosos
En 1995 culminó el proceso de innovación, creando el mantecado que hoy seguimos elaborando, con trozos de almendra auténtica.
Pero la creatividad en Casa Pasteles no se detuvo ahí:

En 2007 retomamos la elaboración de Mantecados de Aceite, que han sido un éxito rotundo entre nuestros clientes.
Desde 2004, mejoramos el envasado con bolsas termoselladas, garantizando la frescura del producto.



Casa Pasteles en la actualidad: Innovación y tradición
Aunque Antonio y Carmela ya se han jubilado, la nueva generación sigue liderando Casa Pasteles, asegurando que la tradición y la calidad permanezcan intactas.
Hoy seguimos presentes en los mejores establecimientos de restauración y en los hogares de nuestros clientes.
Mantenemos nuestros principios: calidad máxima sin importar costes.:
Garantizamos la seguridad alimentaria: controles bacteriológicos periódicos.
Enviamos nuestros productos con transporte isotermo para mantener la frescura.
Nuestra misión sigue siendo la misma: ofrecer el mejor producto con el auténtico sabor artesanal.